AGOSTO DEL 2006 Bueno, esto es solo una prueba, espero que salga bien y asà me anime a escribir más a menudo. La escalada a la Rabada en el Gallinero me trae muy buenos recuerdos, tanto por el impresionante medio en el que se encuentra, la no menos impresionante pared, como por tener el recuerdo de que fue la primera escalada en la que me sentà a gusto escalando desde el accidente de Vignemale: Sin miedos, sin tensiones… lástima de ese vuelo dos semanas más tarde en Riglos ke frenó en cierta manera ese proceso en positivo en lo que a lo psicológico en la pared se refiere. La escalada al gallinero, como cualquier otra en Ordesa, es una escalada atlética y que, por su carácter de terreno de aventura, precisa estar con los ojos abiertos en todo momento; sobre todo en los pasos más fáciles en los que la roca es más pésima y los seguros, si los hay, son más precarios. Escalada no exenta de riesgo, con un enorme techo que te obliga a sacar pedales y te coloca sobre un vacÃo infinito, elementos que ponen la guinda a una actividad que te llena por dentro: por el esfuerzo, por su belleza.....y porque, una vez más, compartes escalada con un gran amigo como es Katu (quien se eligió el largo en cuestión y lo disfruto como un niño: se lo merecÃa, si señor!). El ultimo año no habÃa sido un paseo de rosas conmigo a cuestas jejeje. No habrÃa que desmerecer la gran travesÃa, que si bien era fácil, un error hubiera tenido un desenlace fatal: no tanto porqué la protección fuese nula sino porqué, simplemente, no existÃa. Asà pues, entre fisuras, bloques, sudores y rozamientos de cuerda…agotados, llegamos a la cima. Agotados pero alegres: Tanto como en nuestra primera escalada; escalada al Espigolo. Que cosas! Y eso que Vinyi nos presentó una semana antes jejeje. Total, abrazo de oso, un trago de agua y a disfrutar de la bajada y de la belleza de Ordesa. Al dÃa siguiente, la idea era tirar para el Tozal de Mallo, pero el cansancio no nos lo permitió, asà que, con cierta resignación, nos limitamos a dar un paseo por la zona. La escalada al Tozal, espero, para este verano.